domingo, 28 de septiembre de 2008

CIUDAD SIN SUEÑO

No duerme nadie. Las criaturas de la luna danzan a sus anchas por las calles desiertas. Huelen el miedo.

No, no duerme nadie. Las ventanas cerradas esconden rostros borrosos que espían la noche. Ojos y bocas que devoran el silencio y escupen la oscuridad que gobierna todo. Y no, no duerme nadie.

Nadie duerme. Cabezas y zapatos se amontonan junto a los contenedores de basura. Papeles viejos y periódicos abandonados. Restos de carne y algún gato asustadizo. Iguanas, sierpes, estáticos cocodrilos, niños momificados que esperaban ser absueltos. Sombras temblorosas que se agazapan esperando el resurgir de la razón sobre la Tierra. Pero ese resurgir nunca llega.

Es Brooklyn. Es Tokio. Es París. Son todas las ciudades y todos los barrios que no existen pero que tienen nombre. Es Abuya. Es Malasaña. Es Teruel. Es Amherst, es Melbourne y es La Tola. Es Curicó, es Agra, es Tverskaya y es Distrito Federal. Agujeros negros que mastican almas como cisternas de retrete que engullen agua. Es tiempo. Es insomnio. Es ese imposible despertar.

No duerme nadie. Ejércitos de carneros pacen en el asfalto mientras los vertederos crecen absorbiendo libros, enrunando vinilos, corrompiendo celuloide.

Alguien llora porque no puede cerrar los párpados. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! Las carreteras están vacías y de los hospitales sólo quedan ruinas. Los parques solitarios no recuerdan a qué sabían las estrellas. El sueño es bello sólo en su destrucción.



Ciudad sin sueño. Entique Morente y Lagartija Nick sobre versos de Federico García Lorca. Videocreación de lamirada1.



En directo en El Séptimo de Caballería. No he podido decidirme por uno de los dos. Cómo me gusta el flamenco, ¡coño!