jueves, 11 de septiembre de 2008

TODA LA VERDAD (DECLARACIÓN DE INTENCIONES)

Escribo para encontrarme a mí mismo, pero también para olvidarme un poco de mí. Escribo para comprender un poco mejor a la gente pero también para alejarme de ella. Escribo para aprender pero también para equivocarme. Escribo tanto para enterrar mis miedos como para crear incertidumbres nuevas. Escribo para perpetuar mis recuerdos pero también para desfigurarlos y modificarlos según mi antojo. Escribo para no volverme loco y para recordar que nunca estuve cuerdo. Escribo para sentirme mejor y, sobre todo, para tener bien presentes todas mis culpas.

Escribo y miento. Escribo y digo la verdad. Miento con verdades y convierto la realidad en la mayor de las ficciones, también viceversa. Tanto cuando miento como cuando digo la verdad, trato de ser honesto. A veces soy sincero. A veces sólo aparento serlo. La mayoría de las ocasiones finjo que no lo soy. Soy un embustero y, si prestas atención, verás cómo me crece la nariz.

No te creas la mitad de lo que aquí te cuente. No confíes jamás en mí. Juego con las palabras y sé modificarlas a mi antojo para que digan justamente lo contrario de lo que quiero decir. Puedo confundirte si me lo propongo, incluso puedo hacerte sufrir.

Escribo para pertenecerte y para que seas parte de mí. Te poseo cuando escribo y me posees cuando lees lo que escribí para ti. Parece una bonita relación, pero lo cierto es que yo soy un mentiroso y tú no sabes distinguir mis mentiras de la verdad. No conozco tus intenciones y tú ya sabes que las mías no son del todo limpias.

Ahora puedes seguir leyéndome si quieres, pero después no digas que no te lo advertí.
(Iván Ferreiro. Toda la verdad. )