martes, 17 de febrero de 2009

SUSURRO (PARA NANÁ)

Tenía este post pendiente con una canción de Corcobado. El otro, según vuestros votos (¡por favor, votad más!) será para Love of Lesbian, pero antes de ese me gustaría colgar uno sobre una canción de Alex Ubago. Es una sorpresa... Nos reiremos un rato... Este cuento, como estaba prometido desde hacía meses, es para Naná.

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Ana piensa «Hace mucho tiempo que no veo el amor en los demás». Ana dice «Tanto, que incluso comienzo a dudar de su existencia».
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Ana camina por la calle y no ve rostros, sólo encuentra máscaras. Y todas esas bocas dibujadas en las caretas le llaman rara. Ana piensa «Se refugian bajo los auriculares de sus iPods, se esconden detrás de un periodicucho gratuito, me lanzan sus miradas de reprobación y creen que son el colmo de la civilización occidental, el prototipo perfecto de ciudadano estándar, el no va más de la burocracia peatonal». Ana dice «Se visten como nosotros pero no son humanos, tratan de parecer personas pero ni siquiera se les da bien disimular». Ana se pregunta «¿Cuántos en el mundo quedarán aún como yo?». Ana de momento calla porque todavía no ha encontrado la respuesta.
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Ana mira por la ventana y desde ahí arriba la ciudad entera parece un nido de cucarachas. Contempla el frenético deambular de todos esos insectos. Estudia la manera que tienen de lucir sus minifaldas, de hacer resonar sus tacones, de rascarse los huevos mientras se toman el café, de flirtear con sus secretarias en la barra del bar, de rellenar sudokus sentados en la parada del metro, de gritar a sus empleados y de creerse mejor que los demás. Ana piensa «No sé a qué están jugando». Ana dice «Todos perdieron la partida antes de empezar». Ana se pregunta «¿Quién escribió las normas de este deporte absurdo?». Ana grita «¡Dejadme en paz!».
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Ana cierra la ventana y enciende el televisor. En la Uno un naturópata nonagenario explica a un grupo de jubiladas la manera correcta de hacer una reflexopaja: cómo conseguir que sus maridos tengan un orgasmo inolvidable sólo presionando la parte adecuada de sus pies. En la Dos el simpático presentador de un programa de preguntas y respuestas se ha colado por error en un documental de naturaleza y varias hienas hambrientas lo están devorando vivo sin que de su rostro desaparezca su sonrisa Vital-Dent. En Antena 3 cinco marujas discuten sobre el verdadero tamaño de las tetas de una condesa venida a menos y de vez en cuando acarician el torso de su nuevo y joven colaborador. En Cuatro hay un grupo de yonquis inyectándose heroína en los bancos de un parque infantil. En Tele Cinco proyectan una imagen congelada de un excremento fresco de elefante. En la Sexta una rubia-cañón y hombrecito-bala se burlan de la programación de los demás canales, especialmente de la plasta de Loxodonta africana de la emisora que les precede. En Canal Nou emiten un discurso de doce horas de duración de Francesc Camps con estrellas invitadas: Rosita Amores, Arévalo y Rita Barberá. En las demás emisoras sólo hay mujeres enseñando los pechos, hombres manoseando sus pollas y varios de esos programas en los que los espectadores telefonean para dejarse estafar. Ana piensa «Es de locos». Ana dice «¿Qué nos pasa?». Ana se pregunta «¿Estaré perdiendo la cabeza?». Ana grita «¿Qué entienden ellos por normal?». Ana reza «Cortázar de mi vida, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, no me dejes sola o se me comerían».
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Ana se dispone a comulgar. Se acerca a la estantería y elige un libro al azar. Va arrancando sus páginas y las engulle una a una con cierto esfuerzo y bastante pasión. Vomita las palabras más indigestas y defeca la celulosa residual. Tira de la cisterna y regresa al salón. Metaboliza la tinta y de inmediato forma parte de su organismo. Se desliza por sus venas y fluye hasta inundarlo todo. Cuando por fin llega a sus ojos, la utiliza para seguir escribiendo el libreto de esa dramatización absurda cuyo desenlace desconoce totalmente. Ana piensa «He perdido el manual de instrucciones de la realidad». Ana dice «Menos mal que me queda la ficción». Ana se pregunta «¿Soy un personaje de mi propia novela?». Ana grita «¡Mierda, mierda, mierda!». Ana reza «Hágase tu voluntad». Ana comienza a susurrar una canción:
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13 comentarios:

naná dijo...

me has emocionado... me has hecho reirme a carcajadas... eres genial... en serio!
con tu permiso me guardo el relato...
solo una cosita... hoy no estoy con cortazar... hoy tocaba conrad...
besos

Anónimo dijo...

Me encanta que te haya molado. El texto no es muy allá, pero la canción es grande, grande. Me encanta Corcobado.
Ah: quien dice Cortázar dice Conrad, Melville, Capote, Cervantes, Houellebecq, etc., etc., etc...
Besos

Anónimo dijo...

Brillante. Ana me interesa y espero que vuelvas a hablar de ella, se lo merece.

Me he "descollonat" con la crítica a la tele (es que soy del medio, vamos). Merecían esos comentarios lacerantes y más. Eso sí, ¿qué te ha hecho el pobre Jordi Hurtado?

Anónimo dijo...

Jordi Hurtado no me ha hecho nada pero... creo que combina bien con las hienas, por lo de sonrisa, ya sabes...Y como "Saber y ganar" va justo antes de los documentales, no es de extrañar que acabe dentro de uno, siendo el protagonista...
Gracias por pasar.
Saludos!

Mateo Bellido dijo...

Hola, bienvenido tu desternilante relato. Yo también me he reído con tu acerada crítica a la tele. Yo sólo veo fútbol, películas y documentales -tengo el D-Plus. Mis saludos a Naná, me daré una vuelta por su casa, me gustan sus preferidos autores, sobre todo Cortázar. Ahora lo están recordando en el aniversario de su muerte.
Espero que no dejes mucho escribir otro relato. Me gustó el primero y éste ha sido sorprendente.
Nos vemos. Un abrazo.

erato dijo...

Jajajaja.Qué bueno. Eres un punto. Me gusta. Y la canción genial.Un beso para Ana, Naná y para ti.

Anónimo dijo...

Ana y yo nos parecemos bastante, tengo días en que lo veo todo como ella.
Me he reído un montón con la crítica a la tv, hoy necesitaba leer algo así. Genial.

Besos.

Hipatia dijo...

Tampoco he leído el relato (no es venganza eh?); es que toavía estoy dormida (estudié hasta tarde) y no tengo puesto el cerebro. Luego volveré (no como otros huúmm...).
Gracias por el enlace, no sabía nada (no veo noticias nunca)y me he puesto contentísima,. ¡Qué ganas de verla! Gracias por avisarme.
Este año nos veremos como el pasado, en junio; tenemos que ver el Plá de Petracos y un par de estaciones importantísimas en Castellón. Así que ya sabes, nín, no te librarás tan fácilmente de mí...
Luego volveré a leerte, lo "brometo".
Un beso enorme.
Mar

Hipatia dijo...

...Pero como eres mi friki favorito pues no borro ni uno de tus comentarios. He puesto el póster de Ágora en el blog. ¿Cómo no hecerlo: Hipatia sentada frente al Faro de Alejandría... ¿A qué te suena la escena?
Volveré a leerte luego (brometido); ahora tinc una fame (¿fam?) de oso.
Besos

Anónimo dijo...

¡Que bárbaro, Rubentxo! Es un cuento genial. ¡Y qué envidia le tengo a Naná! ¡¡Yo también quiero un cuento!!

Cronopio cronopio.

Meadow dijo...

Una chica capicúa se merece un texto y una canción capicúa. Lo mismo da escuchar primero la canción y leer después el texto, o viceversa. Siempre significan lo mismo.

Un saludo Rubentxo

Anónimo dijo...

soberbio; me ha encantado el tono, el ritmo y amigo... tu estilo tiene mucho peso.
Desde hoy me declaro fan de tus canciones y tus relatos.
Besos!!

JALOZA dijo...

Un gran texto, ¡enhorabuena! Me hubiera encantado escribir el párrafo de la televisión. Y el siguiente.

Tampoco tengo muy oído a Corcobado, me encantan los nombres de sus grupos, pero es un tipo muy interesante. ¿Maldito? Tiene que ser complicado hacer el cristo en un monopatín.

Y Cortázar siempre, claro.

Saludos